Quizá una de los aspectos que más me atraía de pasar un año en Estados Unidos era poder vivir mi primera navidad americana y Acción de Gracias.
El 24 de noviembre es una fecha muy importante para Norteamérica, ya que el Thanksgiving es una fiesta que se ha venido celebrando desde hace más de 500 años. La costumbre aquí es reunirse con la familia y comer el plato principal de esta celebración, el pavo. Mi host family decidió reunir a más de 40 familiares en nuestra casa para que pudiera ver y experimentar al máximo cómo viven este día una verdadera familia americana. Si os digo la verdad, este día también es conocido por la cantidad de comida que uno puede llegar a comer..
Exactamente un mes después, llego la cena de Nochebuena también en nuestra casa e incluso con más personas, familiares que vinieron de Minnesota, otros pueblos de Illinois e incluso Canadá.
Tras la cena, una tradición familiar es comprar regalos de no más de 20 dólares sin poner nombre para quién fuese dirigido, porque cada persona tenía un número e íbamos abriéndolos según el orden, y podías o bien abrir un regalo o "robárselo" a alguien que ya tuviese uno.
A mí me tocó un altavoz LED, y si os digo la verdad no quisieron quitármelo , pero por ejemplo, a mi host sister le "robaron" su regalo 3 veces, aunque al final pudo recuperarlo. Fue bastante divertido!
A la mañana siguiente, día de Navidad, mis 3 hermanos y mis host parents, abrimos los regalos que habíamos comprado los unos a los otros. Algunos de estos fueron corbata, guantes, gorra, ropa, tarjetas regalo de Buffalo Wild Wings, etc. Pero el mejor regalo estaba por llegar..
El 26 de diciembre, partimos a las 6 de la mañana hacia Cleveland, Ohio, donde pasamos una noche y visitamos el salón de la fama del Rock and Roll.
Al otro día, después de 6 horas en el coche llegamos a la capital de Estados Unidos, Washington D.C.
El primer día estábamos bastantes cansados y sólo nos apetecía cenar e irnos a descansar a las habitaciones.
Al otro día, empezamos la mañana en el National Mall, dónde se encuentra el memorial de Washington, el memorial de la Segunda Guerra Mundial y finalmente el memorial a Abraham Lincoln. Miles de personas se acercaban a visitar a la gigante escultura de uno de los presidentes más importantes en la historia del país. Además, justo al lado se encontraba el memorial a los soldados que murieron en la Guerra de Vietnam.
A continuación, pasamos por la Casa Blanca, hogar de Barack Obama y Donald Trump en pocos días. Fue una pena no poder entrar pero la seguridad es extrema y se encontraban en los preparativos del día de Inauguración del nuevo presidente.
El 28 de diciembre, pudimos visitar el Capitolio de los Estados Unidos y el Ford's Theatre, lugar donde fue asesinado el presidente Lincoln. Y esa misma tarde, mi host father nos llevó al partido de la NBA de los Washington Wizards contra los Indiana Pacers.
Fue una auténtica pasada disfrutar del ambiente de un partido de esta calibre y poder ver jugar a John Wall y al futuro MVP, Paul George.
En la mañana del 29 nos despedíamos de Washington D.C. para viajar a la ciudad de mis sueños, Nueva York.
Solo observar desde Nueva Jersey Manhattan a los lejos es algo increíble. Llegamos al hotel en la séptima avenida, y de ahí fuimos a Times Square y la Quinta Avenida.
A la mañana siguiente, 31 de diciembre, visitamos el World Trade Center, Rockefeller Center y el centro de la ciudad en general siempre utilizando el metro para también llegar a Central Park dónde se encontraba el memorial a John Lennon, aunque lo mejor nos esperaba esa misma noche...
A las 7 de la tarde, gracias a un amigo oficial de policía de mi familia, pudimos entrar en Times Square para ver la celebración de Fin de Año y la caída de la bola.
Más de 2 millones de personas se reunieron en esta plaza, con actuaciones y shows de artistas como Don Omar, DNCE o Mariah Carey.
Finalmente a las 12 de la noche, dábamos la bienvenida al 2017 con la caída de la bola, y en Times Square no cabía un alfiler. Fue totalmente impresionante el ambiente que se vivía en Nueva York esa noche. El 1 de enero de 2017, nos quedaban 14 horas de coche por delante hasta Rockford, IL.
Esta Nochevieja ha sido sin duda la mejor de mi vida, quizá no voy a ser capaz de vivir una mejor, en Times Square, en Nueva York, en los Estados Unidos.
No le podría estar más agradecido a mi familia americana, son lo mejor que me han pasado en este año y me han regalado la oportunidad de estar viviendo un año inolvidable y una experiencia única, sin recibir absolutamente nada a cambio.
Gracias por haber usado un poco de vuestro tiempo leyendo mis aventuras en estas Navidades y espero que tengáis un feliz año 2017 y mucha salud a vosotros y a vuestras familias.
"Un viaje de mil millas comienza con el primer paso" Lao-Tzé.
